Viajar para ver a la familia que 2 años atrás participaban diariamente en las actividades cotidianas, es una de las cosas más añoradas por los emigrantes. Emigrantes de cualquier país. Desde donde sea, hasta donde sea.
El miedo de montarse en el avión y pasar muchas horas ahí nada más que esperando llegar y abrazar a todo el mundo. Recordar como era todo y compararlo con el ahora, aún cuando no has llegado a mirarlo. Preguntarse si todo seguirá igual, si todo te va a recibir con cariño, si las paredes y
las plantas te van a mirar o si vas a pasar desapercibido.
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Los nervios de la espera de 13 horas de viaje |
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Las rosas del jardín de mi mamá |
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La neblina eterna de mi urbanización, la vista desde mi ventana hacia mis Chaguaramos. |